jueves, 23 de agosto de 2012

Matices Estudiantiles

Todo inició con aprender solo a leer y escribir, más adelante, aprender hacer cuentas y con ello era un gran logro terminar el tercer año de primaria. Lo que lograban esto podían ser ya maestros ¡Qué bárbaros! ¡Estoy asombrada! Y ahora escucho que otras generaciones era un logro terminar la primaria. Y hace algunos años atrás escuché hablar a una jovencita con mucho orgullo que había sorprendido a su mamá diciéndole que había tomado la decisión de estudiar la prepa pues estaba a punto de terminar la secundaria. Y sí que sorprendió la mamá y se sentía muy orgullosa de su hija. Y escuché que algunas generaciones aprendían a leer en abcedario con cocolasos fuertes en la cabeza. Sueños, deseos, ¡ah, el futuro! ¡Cuántos matices ocurren a nuestro alrededor y muchas veces ni cuenta nos damos. Esos matices de diferentes tonalidades dan el matiz perfecto para tu vida o para la mía. Dan el matiz perfecto para gozarla, para cobrar ánimo. Ahora estamos hablando de otras tonalidades de matices estudiantiles, estamos escuchando en la actualidad no solo de terminar primaria o secundaria, sino de que debes estudiar kinder. What?
Ahora obligatorio el kinder y para otro grupo de niños obligatorio estar en guardería porque sus matices familiares así lo requieren. Y en el otro extremo vemos matices universitarios, de posgrado y hasta Doctorales. ¡Cuántos matices positivos podemos disfrutar ahora! ¡Qué bueno que son obligatorio algunos! ¿no crees? aun así encontrarás gente que no sabe leer ni escribir. Pero también te encontrarás más gente con Doctorado vendiendo pizzas o de chofer en un taxi, pero eso sí con Doctorado. ¿Cuándo fue que cambiaron los matices de estas personas? ¿Qué matices vas a dejar que coloreen tu vida? ¿Cuáles son los matices que influyen en la toma de tus propias decisiones? Espero que orgullosamente puedas llegar a decir he tomado la decisión de hacer esto y lo otro. Llegar a decir estoy feliz en lo que estoy. Tomate un tiempo y elige los matices que puedan llegar a influirte para un buen después en tus matices cotidianos.