martes, 23 de agosto de 2011

Matices hormigal

La amígdala es parte del sistema nervioso, se encuentra en el cerebro, parte temporal. Está formada por varios núcleos nerviosos y tiene que ver con nuestras emociones. El diario vivir te proporciona vivencias que procesan y afectan tus emociones. Un ejemplo es la batalla constante contra las hormigas arrieras, lo cual hace que haya una mezcla de emociones. Sentimientos encontrados de no querer eliminarlas porque son pequeñas e indefensas, pero, cuando te das cuenta del poder que tienen para hacer sus actividades, te quedas sorprendido. Son activas y no paran. Recolectan hojas recién brotadas son sus preferidas para llevarlas a su colonia que puede estar compuesta por pocas o muchas hormigas. La hormiga reina pone huevos y es una hormiga de mayor tamaño al resto de las otras. Las primeras larvas las alimenta con su saliva por eso crecen más pequeñas y más a delante se convierten en hormigas obreras y traen la alimentación. Se pueden comunicar entre ellas, cuidan a las larvas las alimentan y las lavan. Son trabajadoras incansables. Si las atacas durante el día, cambian de horario en sus actividades, incluso son capaces de estar activas por la noche. Son insistentes, saben lo que quieren, reconocen su objetivo, trabajan en equipo, saben el trabajo que le corresponde y lo hacen aunque tengan que hacerlo sola y se sacrifican. Hay exploradoras, las verás solitarias, incansables, no paran. Saben que necesitan hacer provisión de alimento para las que están en la colonia y no se detienen porque les duela sus patitas. Perciben cuando va a llover y no por eso se van temprano a resguardarse, sino todo lo contrario, se dan prisa porque saben que sin alimento o con la lluvia pueden morir. La misma Biblia hace referencia en Proverbios 6:6 sobre la actividad hormigal. ¿No sería bueno pensar un poco sobre este pequeño insecto y aprender de ellas? ¿Qué sería de la humanidad si fuéramos insistentes en las cosas buenas, de provecho, de construcción para bien, de aportación para los demás, de mejorar el ambiente con insistencia, de cuidar de los nuestros como la familia, el área de trabajo o estudio, paisanos, estado, país, y más. Dar estos matices en el diario vivir personal y en los demás. Pero tengamos cuidado de no llegar a ser destructivos individual o en grupo como lo son estas hormigas arrieras. En un abrir y cerrar de ojos dejan las plantas sin hojas y sin flores dejando a su paso un mal aspecto y desilusión. Encontrarás montañas de tierra y grandes invasiones de espacio longitudinal y vertical a tal grado que te provocan sentimientos de ira y rabia por no respetar tu espacio. Mi abuela repetía que eran hormigas tercas y que por eso protegía al rededor de su plantas con cal constantemente. Matices emocionales cada día en tu vida habrá si tienes a pequeños vecinos llamadas hormigas. No te desesperes, tú eres más grande, tu cerebro es más grande que el de ellas, lo único y pequeña cosa que te falta es ser persistente como ellas, decidido/a, no olvidar el objetivo, aprender a trabajar en equipo o solo/a haciendo bien tu trabajo y no olvidar hacer provisión para el futuro.
¡Anda perezoso, fíjate en la hormiga! ¡Fíjate en lo que hace, y adquiere sabiduría! No tiene quien la mande, ni quien la vigile ni gobierne, con todo, en el verano almacena provisiones y durante la cosecha recoge alimentos. Proverbios 6: 6-8